ImagÃnate sentada en un cómodo sillón, con las manos entrelazadas alrededor de una taza de aromático té. Afuera llueve torrencial, y lo único que te faltarÃa es un budÃn húmedo y delicioso para merendar. En esa especie de ensoñación, sentÃs el clásico: Mamaaaaaaaaaaaaá !!!!,
y te das cuenta que el dÃa del arquero vas a estar asÃ.
Pero éste budÃn te lo puedes comer igual, porque se hace en un plis plas y te aseguro, que va a ser el mejor que hayas probado en mucho tiempo.