Ésta receta es ideal para la merienda o para el desayuno.
Podés tenerlos congelados ya horneados y te sacan de un apuro cuando te levantás a la mañana o cuando tenés amigas a merendar. Los metés un ratito al horno, y listo… ¡Deliciosos!
1 zucchini (unos 200 grs. aprox.)
300 grs. de harina
80 grs. de fécula de maíz
10 grs. de polvo de hornear
1 cucharadita de sal
50 grs. de queso rallado fino
30 grs. de azúcar
150 grs. de manteca fría
2 huevos
2 cucharadas de leche
Rallar el zucchini con la parte fina del rallador. Pasar la ralladura a un colador y dejar drenar unos minutos.
Presionar bien con las manos para extraer el resto de líquido y reservar.
En un bowl, mezclar la harina, la fécula de maíz, el polvo de hornear, la cucharadita de sal, el queso rallado fino y los 30 grs. de azúcar.
Agregar la manteca fría cortada en cubos y formar un arenado pisándola con un tenedor, estribo o rápidamente con las manos.
Incorporar el zucchini rallado, los huevos y la leche.
Unir todo bien presionando con las manos, sin amasar. Apretar para que te quede una gran bola.
Acá tenés dos caminos:
1) Formar dos bolas más pequeñas, presionadas sobre las fuente de horno, que te quede de unos 2 cm de altura (no necesitas palote, es solo presionar con las manos). Cortar cada una de las “tortas” en 8 triángulos, separar unos de otros y espolvorear con queso rallado grueso por arriba.
2) Estirar sobre mesada enharinada, también de unos 2 cm. de alto, cortar con cortante redondo. Colocar sobre placa de horno (no es preciso enmantecar)
Llevar a horno precalentado de 180° durante unos 15 a 20 minutos, o hasta que estén dorados.
Los scones son muy populares en Argentina y Uruguay gracias a la fuerte influencia europea. Los encontrás en los menús de las cafeterías, y generalmente se ofrecen acompañados de algo para untar: mermelada de frutilla, queso crema, dulce de leche o miel.
Van perfectos en el desayuno o en la merienda de la tarde, acompañados de una taza de té.
"Eres lo que comes. ¿Qué te gustaría ser?"