Hoy te traigo una receta que heredé de mi suegra.
Una italiana de pura cepa, una maravillosa mujer, con una mano para la cocina que ni te cuento.
A mí, nunca me salió igual a la de ella (seguro que algún secretito se guardó 😂), pero es fácil, sana y deliciosa.
Una medida de masa de falso hojaldre. Si no tienes, puedes usar cualquier tapa de masa.
2 cebollas.
2 dientes de ajo.
2 cucharadas de aceite de oliva.
6 zanahorias.
Sal, pimienta, nuez moscada.
2 cucharadas de queso rallado.
3 huevos
1 vaso de yogurt natural (la medida donde viene el yogurt)
Colocar la masa en una tartera o el recipiente que desees para hacer la tarta. Llevar al horno hasta que blanquee. Reservar.
Picar las cebollas y el ajo, rehogar en las dos cucharadas de aceite de oliva.
Rallar las zanahorias (del lado fino del rallador) e incorporar a las cebollas.
Cocinar a fuego suave hasta que esté tierna, de ser necesario agregar una cucharada de agua.
Condimentar con sal, pimienta, nuez moscada y dos cucharadas de queso rallado.
Batir los huevos y agregar el vasito de yogurt natural.
Incorporar las zanahorias al batido. Colocar sobre la masa precocida.
Llevar a horno de 180 grados hasta dorar.
Podés usar este relleno para hacer mini tartas con masa de empanadas para llevar al cole.
Probala y me contás
"La vida es una combinación de magia y pasta. "